Caer preso de los recuerdos debe ser la peor de las condenas. Momentos almacenados en el músculo gris que nos acompañan sí o sí y que no se dejan atrás, como se hace con una cárcel física.
Así es está decorada la “Cárcel Mental” de Dasilva y Mauri. Una prisión cuyos barrotes están revestidos de tormento y sentimientos encontrados (“se vive mejor estando loco que cuerdo”). Emociones que austeramente transmite la dupla de madrileños a lomos de una producción del también capitalino y jovencísimo @moflasbeats
(Lopes, Blessed013, El Jincho) para nostálgicos empedernidos que por momentos buscan huir de las sensaciones recurrentes.
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